A partir del 1 de Septiembre, en Europa no se podrá distribuir a los comercios y grandes almacenes bombillas incandescentes de más de 100 vatios, las tiendas podrán agotar sus existencias, algo que llevará bastante tiempo, este es el primer paso de la Unión Europea hacia la retirada total de las bombillas tradicionales prevista para el 2012.
El plan Europeo de sustitución de las bombillas tradicionales por otras más eficientes empieza con la retirada de las bombillas de 100W, le seguirán las de 75W en septiembre de 2010; las de 60W en septiembre de 2011 y las de hasta 40W también en el mismo mes de 2012.
El precio de las bombillas de bajo consumo ronda entre 1,5 y 10 euros, frente a los 60 céntimos que cuesta de media una tradicional. Pero desde Bruselas y la mayoría de los medios se insiste en el ahorro que suponen las de bajo consumo, sobre todo porque su vida útil es mucho mayor, además del consumo muy inferior con lo que su alto precio se amortiza en poco tiempo, la experiencia nos dice que según existe una mayor demanda se reduzca su precio.
La “pega” de las bombillas de bajo consumo: La luz ultravioleta o el mercurio de su interior (unos 5 miligramos) "no suponen un riesgo para la salud" de las personas. Siempre hay que recordar que estos productos no se pueden tirar a la basura, sino que se deben retirar en los puntos de recogida para su reciclaje.